Seguro que los asiduos al blog no han olvidado las tácticas mafiosas de Greenpeace, como la destrucción de cultivos experimentales, delito por el cual dos de sus integrantes se declararon culpables.
Al parecer, estas delincuentes no pagarán tiempo tras las rejas:
A dos activistas de Greenpeace que destruyeron un cultivo de trigo modificado genéticamente en Canberra el año pasado les han dicho que no serán enviadas a la cárcel.
Jessa Latona, de 34 años, quien está en estado de embarazo, y Heather McCabe, de 48 años, se declararon culpables de dañar la propiedad de la Commonwealth a principios de este año.
La pareja destruyó la cosecha con tijeras podadoras batidoras en una incursión antes del amanecer, alertando a la ABC y más tarde entregando material de archivo a los medios de comunicación.
Los fiscales le dijeron a la Magistrada del Tribunal Supremo, que una pena de cárcel estaba justificada porque el ataque fue planeado con pleno conocimiento de que la ley sería quebrantada y las mujeres no habían mostrado ningún remordimiento.
Pero la defensa dijo a la corte que Greenpeace ha pagado más de $ 280.000 en reparaciones, y ambas mujeres son conscientes de la gravedad de sus acciones.
Los abogados de las mujeres pidieron una sentencia suspendida.
La magistrada Hilary Penfold estuvo de acuerdo, pero no dictará sentencia formalmente hasta octubre.
Y así queda impune un crimen contra la investigación científica. Otra victoria para los ecotalibanes de Greenpeace.
(vía GMO Pundit)
