Miren, más diversidad cultural cargándose vidas. Esto hará las delicias de los multicultis.
Mientras en India matan a quienes sospechan de ser brujas, en Haití contratan a los que declaran tener algún tipo de poder sobrenatural para curar a sus hijos. Así fue que un charlatán de estos mató a cuatro hermanos:
Según vecinos, el curandero, un sacerdote vudú asistido por su hermano, le había hecho creer a la madre de las víctimas que los niños estaban poseídos por un demonio y que él podía expulsar al diablo que los habitaba.
“Para tratar a las víctimas, el brujo y su hermano las golpearon en varias oportunidades y los niños habrían muerto como consecuencia de esos golpes”, narró Brisson.
Y los relativistas culturales lo celebrarán por lo alto, todo porque se rebelan contra el dañosísimo imperialismo cultural.
(vía Andrés Ospina)