Phil Plait cuenta la historia:
Las cifras del año pasado son los rectángulos cortos, de color azul claro, gris, y las de este año son azul oscuras. El gráfico es por semanas, para que puedan ver los números del 2011 creciendo lentamente en todo el año, y luego los números de este año de repente dan un salto enorme hacia arriba. Ellos informan que la nueva tasa es hasta 13 veces más grande que la del año pasado. Tengan en cuenta que el 83% de estos casos han sido confirmados como tos ferina, mientras que el 17% son probables. La caída en las últimas semanas es debido a un retraso en el aviso completo de los casos.
¿Entienden eso? Hay 13 veces más personas –más de 2.500 en total, hasta el momento– contrayendo tos ferina en estos momentos, de los que hubo el año pasado en este momento en Washington.
Parte de este aumento puede ser atribuible a la bacteria de la tos ferina desarrolló una resistencia a la vacuna y al refuerzo. Sin embargo, es curioso que el estado de Washington ha visto un incremento tan considerable; la incidencia de la tos ferina en general en ese estado es nueve veces superior a la media nacional.
¿Por qué será esto? Bueno, resulta que el movimiento antivacunas es muy fuerte en el estado de Washington, y también se da la circunstancia de que los padres están optando por no vacunar a sus hijos en mayor número allí que en el resto de la nación.
A ver, voy a decirlo lo más claro que pueda: LAS VACUNAS SALVAN VIDAS. No vacunar a un niño debería ser considerado un delito.
(vía Richard Dawkins)