Hace poco menos de un año, la Stiefel Freethought Foundation le dio una subvención de $50.000 al servicio de noticias religiosas (RNS), con la condición de que contrataran a alguien para que escribiera por dos años específicamente sobre temas relacionados con el ateísmo y los ateos. Esa era la única condición. La línea editorial, el enfoque, los temas, todo sería del gusto y la elección del RNS.
Pues ha pasado el primer año y el RNS escribió un informe para la Stiefel Freethought Foundation resumiendo lo que ha sucedido por su generosidad:
Este primer año de un proyecto de dos años, hecho posible gracias a una generosa donación de la Stiefel Freethought Foundation, tenía dos supuestos:
- Un círculo cada vez mayor de personas no religiosas ya no se conforma con sentarse tranquilamente en el marco político y social.
- La cobertura periodística vigorosa es necesaria para informar al público acerca de este creciente movimiento social y documentar su progreso.
Los $50.000 del primer año de la subvención le alcanzaron al Religion News Service (el RNS) para producir 20 relatos y al menos 10 noticias más cortas durante el año de subvención. En el primer año de este proyecto, el RNS publicó 42 historias sobre las personas no religiosas y las cuestiones que afectan sus vidas. Nueve de esas 42 historias eran informes más cortos de longitud, por lo general noticias de última hora acerca de las decisiones judiciales o artículos sobre los próximos eventos.
Las restantes 33 historias abarcaron una amplia gama de cuestiones. Los lectores aprendieron no sólo sobre los litigios que buscan corregir la desigualdad de trato de los ateos, sino también sobre cómo los ateos lidian con el dolor después de la muerte de un ser querido. Además de las historias sobre las manifestaciones ateas y campañas de servicio público, nuestras historias también le contaron a los lectores acerca de los líderes negros no reconocidos de los derechos civiles que fueron no creyentes.
Algunas de las historias destacaron las tendencias contraintuitivas: judíos que no creen en Dios pero van a la sinagoga, magos que crean hazañas aparentemente sobrenaturales pero no tienen uso para la religión. Algunas historias abordaron un fenómeno del que rara vez se habla: clérigos que han perdido su fe.
Kimberly Winston, una escritora freelance ampliamente publicada, con sede en San Francisco, escribió la mayoría de las historias.
Las 42 historias en el año 1 del proyecto fueron reimpresas en decenas de medios de comunicación que se suscriben al RNS. Medios de comunicación seculares, tales como The Huffington Post, USA Today y el Washington Post republicaron muchas de estas historias. Estas fueron reproducidas también en publicaciones religiosas, tales como The Christian Century, líder noticioso y que se publica cada dos semanas para los protestantes, y otras publicaciones religiosas.
Otros periódicos que publicaron historias del proyecto incluyen el Salt Lake Tribune, The Kansas City Star, The Columbus Dispatch, The Charlotte Observer, el Houston Chronicle, The Advocate (de Baton Rouge) y The Times-Picayune.
Estos medios de comunicación representan un número de lectores combinado de millones de personas. A menudo estas historias fueron destacadas prominentemente.
Muchas de las historias de este proyecto atrajeron animados comentarios de los lectores. De hecho, un artículo rompió un récord del RNS. La historia del Reason Rally en abril del 2012 en Washington DC, que fue republicado en The Huffington Post, llegó a la friolera de 10.093 comentarios.
Por último, una medida del impacto de este proyecto es el grado en que nuestros competidores han intentado replicar nuestras historias. Vemos que esto sucede con frecuencia. Una historia que escribimos acerca de un exministro metodista que llegó a un grupo de ateos estadounidenses también fue presentado en el programa de noticias de la noche All Things Considered de NPR. CNN escribió una historia sobre un exministro pentecostal que perdió su fe después de que nuestra historia original fue publicada.
Evidentemente, las historias producidas este primer año llamaron la atención tanto de las organizaciones de noticias como de los lectores en general.
He aquí una muy buena idea. Ahora, ¿cómo conseguimos una fundación de librepensamiento como la de Todd Steifel?