Probablemente casi nadie sepa de quién se trata cuando hablamos de Luigi Tosti, así que pongámonos en contexto.
Tosti es un juez italiano que en el 2005 fue condenado a siete meses de cárcel, un año de exclusión de los edificios públicos y la suspensión de su sueldo por negarse a juzgar casos en presencia de símbolos religiosos en la sala del tribunal. Y acaba de ser absuelto:
El juez Tosti dijo: “Fui condenado porque soy un ciudadano de ligas menores en comparación a los católicos. No hay libertad sin que se haya ganado, al principio, por una persona o un grupo de personas tratando de conseguir esta parte singular de la libertad contra la mayoría de las personas que no están dispuestos a dar esta libertad”.
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La Asociación Internacional de Libre Pensamiento (IAFT) declaró: “El juez italiano Luigi Tosti ha estado persistentemente librando una lucha para ser plenamente reintegrado en su puesto después de ser despedido porque se había negado a administrar justicia en un juzgado adornado con un crucifijo”.
Esta es una victoria para el laicismo en Italia y una cachetada al privilegio católico del país. Todos motivos para celebrar.