Robert George y Shaykh Hamza Yusuf, un cristiano y un musulmán, decidieron que pueden volver a actuar conjuntamente en aquello en lo que sus supersticiones están de acuerdo – decirle a los demás cómo, cuándo, dónde y con quién tener sexo.
Por tal motivo enviaron una carta a los ejecutivos de hoteles amenazándolos pidiéndoles que dejen de ofrecer pornografía:
Les escribimos para pedirles que dejen de ofrecer películas pornográficas en los hoteles de su empresa. No hacemos ninguna propuesta aquí para limitar su libertad legal, ni amenazamos con protestas, boicots, ni nada por el estilo. Simplemente les pedimos que hagan lo que es correcto como un asunto de conciencia.
Somos, respectivamente, un cristiano y un musulmán, pero hacemos un llamado a ustedes no sobre la base de las verdades reveladas en nuestras Escrituras, sino sobre la base de un compromiso que debe ser compartido por todas las personas de razón y buena voluntad: un compromiso con la dignidad humana y el bien común. Como maestros y como padres, queremos una sociedad en la que a los jóvenes se les anima a respetar a los demás y a ellos mismos – sin tratar a nadie como un objeto impersonal, o una cosa. Esperamos que compartan nuestro deseo de construir una sociedad así.
No. Lo que buscan es una sociedad donde su religión determine lo qué otras personas pueden y no pueden hacer.
