Según ella la idea nació después que pasó en su adolescencia ciertas incomodidades como el andarse escondiendo en la alberca de aquellos que no le quitaban la vista de su cuerpo, por lo que decidió confeccionarse su propio traje de baño y hoy cuenta con su propia línea de trajes “recatados”.
Ohh, los religiosos particularmente, y en general los que creen en la espiritualidad desprecian nuestros cuerpos, la carne, el placer. Por eso no es de extrañar que se regodeen en cosas que necesariamente implican sufrimiento físico, como el dichoso valle de lágrimas, la admiración de los mártires, beber la sangre y comer el cuerpo de su redentor.
Y por eso pretenden acabar con la pornografía, la prostitución, el striptease, prohibir la masturbación y que las personas sólo tengan sexo para procrear. De ahí nace toda su pervertida hipótesis de las tentaciones y la castidad.
Vamos, que son estoicos sadomasoquistas (unos en mayor medida que otros), lo cual estaría bien, si no trataran de imponerle sus gustos al resto de las personas.
Por todo esto, pueden darle las gracias a Platón.
(vía Ana Morales)