Si esa demagógica y populista medida violó el principio de laicismo establecido en la Constitución, esperen a ver los correos que estuvo enviando la secretaría de Educación de Medellín, para que los niños le pidan al Papa que venga:
La Secretaría de Educación de Medellín, Colombia, está promoviendo una campaña en los colegios de la ciudad, para que los niños que así lo deseen realicen dibujos pidiendo a Benedicto XVI que visite a Colombia y a esa localidad en particular.
Esto está mal en muchas formas. En primer lugar, ¿qué carajos hace la alcaldía de Medellín despilfarrando recursos para promover la visita de un líder religioso?
En segundo lugar, ¿cómo es que deciden provocar a ese protector de pederastas con dibujos de niños? ¡Es como enviarle postales de jeringas a un distribuidor de heroína!
En tercer lugar, ¿por qué involucran a los niños en esto? ¿Qué clase de daño cerebral tienen, como para pretender que el reclutamiento de niños por parte de una secta es algo deseable, o que no viola sus derechos?
(vía Jesús Villa y Jorge Camacho)