Esto hará llorar a los relativistas culturales.
Resulta que en Afganistán, los talibanes mataron a una mujer por, supuestamente, haber sido infiel (como si eso fuera un delito y como si la pena de muerte fuera una pena). El mundo civilizado -y no tan civilizado- ha condenado los hechos, incluido al gobierno del propio Afganistán:
Las autoridades afganas iniciaron una operación para encontrar a los culpables, talibanes según ellos, de la ejecución sumaria de una mujer acusada de adulterio, cuyo video conmocionó al mundo.
“Estos talibanes, entre ellos el asesino, huyeron a las montañas”, pero “nosotros continuaremos buscándolos hasta su detención”, declaró Basir Salangi, gobernador de Parwan, provincia situada a un centenar de kilómetros de Kabul, donde la mujer fue asesinada.
La Fuerza Internacional de la Otan en Afganistán (Isaf) se mostró “dispuesta a ayudar a las fuerzas de seguridad afganas en la persecución de los autores de este acto odioso”, declaró su comandante, el general John Allen.
En un comunicado, el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, “ordenó” a sus fuerzas de seguridad “no escatimar ningún esfuerzo para detener a los culpables”. Las imágenes de la ejecución de la joven de 22 años, dieron el domingo la vuelta al mundo.
Se ve a la víctima escuchando la sentencia de condena a muerte, antes de que un hombre, presentado como su marido, le disparara 13 veces.
Las imágenes muestran a hombres armados cuya gran mayoría parecen de la etnia pashtún, la mayor del país. Muchos de ellos celebran la ejecución con gritos de “larga vida al islam” y “larga vida a los muhayadines”.
Así es multicultis: el gobierno de Afganistán ha empezado a poner la vida por encima de las ridículas costumbres y absurdas tradiciones del más neandertal de sus ciudadanos… o como ustedes lo llaman, víctimas del imperialismo cultural.
Pueden llorar.
