Ya hemos hablado sobre la familia de Tom Cruise, quizá la imagen más prominente de esa ridiculez que es la cienciología.
Esa secta, que dice poder salvar el mundo, ni siquiera va a poder salvar el matrimonio de Cruise y Katie Holmes. Es más, es la causa más probable del divorcio de la pareja y que en juego estaría la crianza de la hija de ambos, Suri:
Katie Holmes no quiere compartir a Suri con Tom Cruise. Cobra más fuerza la teoría de culpar a la cienciología del divorcio de la popular pareja, pues la actriz ha solicitado la custodia de su hija Suri, para alejarla del fanatismo religioso de su padre.
Esa habría sido la verdadera razón por la que Holmes solicitó el divorcio en el estado de Nueva York y no en California, pues en el primero no se estipula fallar por la custodia compartida; sin embargo, se supo que Cruise intentará llevar el caso a California por la flexibilidad para otorgar la custodia compartida y los bajos costos de los impuestos fiscales.
En principio, uno se opondría a que Suri Cruise sea adoctrinada y su joven mente deformada por la absurda e idiota propuesta cienciológica, así que estaríamos en el equipo de Katie Holmes.
Pero hay un problema: Holmes es católica y someter a Suri Cruise a una crianza donde le enseñan sobre mujeres-costilla, serpientes parlantes, a odiar su cuerpo y a discriminar a los homosexuales, todo esto, mientras tiene que adoptar como guías morales a una pandilla de vírgenes pervertidos que protegen a sus colegas pederastas es tan reclutamiento infantil como meterla en la cienciología. Por mí, que se la lleven los servicios sociales.
Y ya que hablamos del tema, no deja de ser interesante saber cuál será la postura oficial de la Iglesia sobre este divorcio. Al fin y al cabo, la Iglesia sigue empeñada en prohibir los divorcios, pero como lo vimos con Berlusconi y Lady Di, las figuras públicas y que les pueden generar grandes dividendos, están exentas de las imposturas que nos quieren imponer al resto de los mortales.