José Mujica, actual presidente de Uruguay, ya nos había sorprendido con su declaración de que no cree en dios (lamentablemente hecha en el marco de reivindicar a Hugo Chávez… pero nadie es perfecto).
Ahora su gobierno está considerando legalizar la marihuana, lo que es un primer paso -algo timorato- en la dirección correcta:
El gobierno uruguayo propuso este miércoles legalizar, producir y distribuir marihuana para desactivar así la violencia asociada al narcotráfico, en lo que constituye una propuesta pionera en Latinoamérica, la región que paga con más sangre la lucha contra las drogas.
Ya va siendo hora que los ciudadanos del mundo podamos decidir sobre nuestros cuerpos de manera libre y autónoma, sin que haya ningún estado que trate de imponer su puritanismo o amputando libertades sólo para garantizarle a los padres de familia una relativa seguridad.
La solución es muy simple: si alguien no quiere que sus hijos prueben las drogas, pues que no tenga hijos, pero su pésima crianza no debería ser un lastre en las libertades del resto de conciudadanos.
¡Bien por Uruguay y kudos para Mujica!
