Una de las pocas personas que se oponen a los transgénicos pero están relativamente abiertos a debatir el tema me pasó un enlace a un artículo del 2006, que al parecer indicaría en qué fracasaron los transgénicos.
El artículo fue escrito por Jeremy Rifkin, para alabar la selección asistida por marcadores (MAS) y de paso señalar en dónde fracasan los transgénicos. Esto último simplemente no lo consiguió:
Un número creciente de científicos creen que el MAS – que ya está siendo introducido en el mercado – con el tiempo reemplazará a los alimentos modificados genéticamente.
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En lugar de usar técnicas moleculares de empalme para transferir un gen de una especie no relacionada en el genoma de un cultivo de alimentos para aumentar el rendimiento, la resistencia a las plagas o mejorar la nutrición, los científicos están utilizando el MAS para localizar las características deseadas en otras variedades y parientes silvestres de un alimento en particular de cultivos, entonces cruzan las plantas con las variedades comerciales existentes para mejorar la cosecha. Esto reduce enormemente el riesgo de daños al medio ambiente y los posibles efectos adversos para la salud asociados con los cultivos transgénicos.
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La mayoría de los cultivos transgénicos introducidos en los campos expresan sólo dos rasgos, la resistencia a las plagas y la compatibilidad con herbicidas, y se basan en la expresión de un único gen – difícilmente la revolución agrícola radical pregonada por las compañías de ciencias de la vida al comienzo de la época transgénica.
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El problema es que la continua introducción de cultivos transgénicos podría contaminar las variedades existentes de plantas, haciendo que la tecnología MAS nueva y más difícil de usar.
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No es sorprendente que la tecnología MAS se esté viendo con creciente interés en la Unión Europea, donde la oposición pública a los alimentos transgénicos se ha mantenido firme.
Pues lo siento, pero esto no explica que los transgénicos hayan fallado. Sólo expresa posibilidades (riesgo, podría, posibles efectos adversos, etc.) y no menciona ningún estudio serio, contundente, revisado por pares, que determine toda la maladad de los organismos genéticamente modificados.
Uno pensaría que con 25 años de transgénicos y más de no-sé-cuántos miles de platos servidos, sus detractores tendrían por lo menos un estudio probando que los transgénicos han producido siquiera un resfriado común. Pero ni eso.
Valga decir que me alegra que exista la selección asistida por marcadores y que espero que sus avances sean significativos. Toda la investigación científica es bienvenida.
