Ahora que el Congreso le aprobó a Santos ese despropósito jurídico mal llamado Marco Legal para la Paz, ahora sólo nos queda esperar que Santos se ponga en plan Pastrana y empiece a regalarle perdón a los terroristas que han azotado el país durante el último medio siglo, perpetuando la eviterna impunidad de esta republiqueta.
Eso no traerá la paz, sin embargo la ilusa opinión pública nacional cree que sí y que a este precio sale muy cara. Así que en Libreta de Apuntes preguntan si estamos dispuestos a pagarlo:
Los aceptaríamos como vecinos, compañeros de trabajo o estudio? ¿Cómo yernos o amigos de nuestros hijos? ¿Haríamos negocios con ellos? ¿Podríamos compartir con ellos nuestras vidas, como si nada hubiera pasado? ¿Podremos olvidar y perdonar a los miles de personas que asesinaron, chantajearon o secuestraron por años y décadas?
Esta es mi respuesta:
NO.
Ni perdón, ni olvido. ¿Qué clase de paz es esa que se consigue con la impunidad? O más bien: ¿eso sí es paz?