Pues su publicación causó tanto alboroto, que para responder a los comentarios hizo otro artículo, Continuó el debate sobre el etiquetado de OGM: Se trata del ‘punto de referencia’, que traduzco a continuación:
Me quedé sorprendido por la respuesta a mi post anterior – y voy a intentar abordar algunos de los puntos principales.
Encontré tres grandes temas se repiten a través de los comentarios. En primer lugar, está claro que hay muchas personas que se preocupan por los efectos secundarios de los transgénicos y no confían en las compañías de biotecnología que los producen y los Gobiernos que los regulan. Estas personas deben votar a favor de la propuesta para etiquetar los OGM. Esto es una democracia, después de todo. Sospecho que hay otros que pueden estar ligeramente preocupados por los transgénicos o son indiferentes, pero no son conscientes de los beneficios ambientales y socioeconómicos de los OGM y las probables consecuencias negativas de la obligación de etiquetado. Este es el grupo que espero convencer.
En segundo lugar, ¿es necesario el etiquetado, en principio? Por supuesto… el público tiene derecho a saber. Pero la pregunta clave es la ‘referencia’ para exigir el etiquetado. ¿Debería se basarse en los hallazgos de la ciencia moderna, o en otros criterios? A mi abuela le habría gustado que el ‘kosher’ fuera la línea de base para el etiquetado y que cualquier otra cosa fuera etiquetada como ‘no-kosher ‘ o incluso otro término con una inclinación ligeramente negativa. Otros prefieren que el ‘halal’, lo ‘orgánico’ o ‘libre de pesticidas’ sea su punto de referencia, y todo lo demás tendría que tener una etiqueta. Sin embargo, no kosher es la norma actual (o referencia) y tenemos etiquetado para ‘kosher’, ‘halal’, ‘orgánico’, etc. Así que yo votaría en contra del etiquetado de los OGM, porque en mi evaluación, el costo ambiental y social de hacer etiquetar los OGM como la línea de base (la norma) en gran medida supera los beneficios. El gran debate es cuál sería el papel de los OGM y otras técnicas de biología molecular en nuestro futuro alimentario. Creo que mientras tengamos un buen sistema de regulación y se cumplan las normas racionales de seguridad, ellos deberían definir la línea base. Etiquetar los transgénicos tiene el potencial para marginar y reducir la inversión en investigación, desarrollo e introducción de nuevos productos y frenar el avance de la frontera del conocimiento.
Un tercer tema entre las respuestas es la estereotipación. Mi motivación para tomar esta posición en pro de los OGM fue cuestionada, lo que es parte de una tendencia de algunos de ver a los proponentes de transgénicos como personas motivadas por el dinero, mientras que los defensores de la agricultura ecológica son idealistas. La realidad es más compleja. Muchos persiguen una carrera en ciencias para hacer del mundo un lugar mejor y encuentran que los OGM son una herramienta vital para el bien común. Por el contrario, la agricultura orgánica puede ser un negocio lucrativo, especialmente en California. Otro estereotipo es que las personas que se preocupan por el medio ambiente deberían estar en contra de los OGM. Una vez más, eso es simplista. Personalmente, veo una transición hacia unos sistemas de producción más diversificados y menos dependientes de químicos y una huella ambiental más pequeña, valiéndose en una serie de instrumentos modernos de la ciencia, incluidos los OGM.
El problema al que nos enfrentamos no es la libertad de elección, estamos totalmente a favor. Más bien tenemos que decidir cuál será el punto de referencia para los requisitos de etiquetado. Estoy convencido de que el costo para la sociedad y el medio ambiente al exigir el etiquetado de los transgénicos serán mayores que los beneficios y por lo tanto estoy en contra.
Para tener una mejor comprensión del impacto de los transgénicos, recomiendo la siguiente bibliografía:
Informe del NRC (National Research Council) “Impacto de los cultivos genéticamente modificados en la sostenibilidad de la agricultura en los EEUU” así como el estudio realizado por Matin Qaim, “La economía de los cultivos genéticamente modificados.” Revisión anual de Economía de los Recursos 1 (1).
(visto en GMO Pundit)