¿Recuerdan el caso del pastor pederasta en Pasto? ¿Ese que le pedía a las niñas que se desnudaran para él y a quienes les robaba la virginidad?
Bueno, pues los que denunciaron el caso, ya empiezan a sentir el amor cristiano:
Atemorizados se encuentran los jóvenes y mujeres que pusieron al descubierto las supuestas irregularidades y abusos sexuales cometidos por el pastor de la iglesia Salem en Pasto, Álvaro Gámez.
La vivienda de una de las victimas fue apedreada y telefónicamente se han comenzado a recibir amenazas, incluso de muerte.
Los denunciantes que han pedido celeridad a la Fiscalía, en la investigación del proceso, pidieron además a las autoridades que se brinde la protección necesaria para evitar situaciones que lamentar.
Hay preocupación, además, por el avance del caso, se investiga si realmente funcionarios de la Fiscalía son seguidores de la iglesia cuestionada lo que afectaría gravemente el proceso.
Así es como funciona la religión – saca lo peor de las personas y convierte a cualquiera en un cretino, que defendería a un ofensor sexual antes que admitir que su amigo imaginario simplemente no existe y que fue engañado.
No es sino mirar a sus hermanos mayores, los de la Iglesia Católica.
(dato: Franklin Obando)
