Debo decir que estoy sorprendido. Veo que el activismo ateo está cogiendo fuerza en el país y eso me alegra. Aunque pensaba que en Bogotá íbamos a ser los primeros, resulta que en Cali se nos han adelantado y ya constituyeron la primera asociación de ateos conformada legalmente en la historia de Colombia:
Tengo una mezcla de sentimientos – me alegro por ellos y a la vez siento algo de envidia, de aquella propia de la sana competencia. Mis más sinceras felicitaciones.