Una vez más, ha vuelto a ocurrir. Una madre, con ideas estúpidas sobre el mundo, dejó morir a su hijo, que dependía de ella para haber accedido a cualquier tratamiento médico.
La madre, que rezó en vez de llevar a su hijo al médico, para no ser débil de fe y no enfadar a su dios, acaba de ser condenada:
Un jurado del Condado de Tulsa impuso una pena de 2 ½ años de prisión la noche del viernes después de condenar a una mujer de homicidio en segundo grado por la muerte de su hijo enfermo relacionada con la diabetes, cuyo tratamiento ella creía que residía en medios espirituales.
Los fiscales alegaron que Susan Grady actuó con “negligencia culpable” frente a Aaron Grady de 9 años de edad, entre el 2 y el 5 de junio del 2009, al no buscar tratamiento médico para él.
Otra vida inocente se ha ido para siempre, gracias a que hay personas que valoran más la superstición que lo que sabemos real y objetivamente sobre el mundo. Espero que dios esté feliz.
(visto en RDFSR)
