Qué lindo, otro atentado cristiano contra la libertad de expresión. Algunos recordarán que la insensatez de los derechos de autor fue parida por la barbarie cristiana.
Por eso no es de extrañar que haya grupos cristianos dispuestos a recurrir a los derechos de autor para censurar a sus conciudadanos a toda costa.
Por ejemplo, algunos pretendieron patentar la imagen del Divino Niño para permitir su uso sólo cuando ellos quisieran, si les gustaba. Y el Consejo de Estado les dijo que no a estos lunáticos:
La Sociedad Salesiana demandaba tener el control de la imagen y así defender su significado religioso y evitar que se utilizara indebidamente o atentando “contra la moral y la fe cristiana”.
El Consejo de Estado advirtió en su sentencia que la imagen no puede ser registrada como una marca, y la consideró un referente.
Las religiones necesitan suprimir las ideas contrarias a ellas a como dé lugar, incluso recurriendo a indecentes argucias jurídicas. Son fascismo envuelto en superstición y por eso son alérgicas a la libertad de expresión y a la libertad de cultos ajena. Tan es así que han acuñado un término para esto – la blasfemia, porque no soportan la idea de que haya alguien que no sucumba ante su amo mental.
(dato: Alvaro Tangarife Marin)