Normalmente estamos acostumbrados al mito creacionista cristiano, al punto que por su misma familiaridad se nos escapa lo ridículo y discriminador que resulta.
Con ánimos de comparar, siempre podemos recurrir a culturas y tradiciones más bien desconocidas para saber cuáles son sus mitos fundacionales.
Por ejemplo, podemos tomar el cuento de la creación según los potawatomi:
El Creador hizo el mundo, con árboles y campos, con ríos, lagos y manantiales, y con colinas y valles. Era hermoso. Sin embargo, no había seres humanos, por lo que un día decidió hacer algunos.
Cogió un agujero en una orilla del arroyo y cubrió el agujero con piedras para hacer un fogón, y construyó una fogata allí. Luego tomó un poco de arcilla e hizo una pequeña figura que puso en el fogón. Mientras se horneaba, él tomó algunas ramas e hizo unas tenazas. Cuando sacó la figura del fuego y había dejado que se enfriara, el movió sus miembros y le sopló vida a la figura, y esta se alejó. El Creador, no obstante, se dio cuenta de que estaba sólo a medio cocer. Esa figura se convirtió en los blancos.
El Creador, decidió intentarlo de nuevo, y por tanto hizo otra figura y la puso en el fogón. Esta vez se tomó una siesta bajo un árbol, mientras la figura se horneaba, y él durmió más de lo previsto. Cuando sacó la segunda figura del fuego y había dejado que se enfriara, el movió sus miembros y sopló vida en la figura, y esta se alejó. El Creador se dio cuenta de que esta figura estaba sobrecocida, y se convirtió en las personas negras.
El Creador decidió probar una vez más. Limpió las cenizas del fogón e hizo una nueva fogata. Entonces él recogió un poco de arcilla y la limpió de cualquier ramita u hojas, por lo que fue pura. Hizo una pequeña figura y la puso en la chimenea, y esta vez se sentó junto al fuego y observó cuidadosamente mientras la figura se horneaba. Cuando esta figura estuvo hecha, la sacó del fuego y la dejó enfriar. Luego movió sus miembros y sopló vida en la figura, y esta se alejó. Esta cifra estaba horneada correctamente, y se convirtió en los hombres rojos.
Algunas cosas que notar: un pueblo elegido, racismo, discriminación y un creador que a la primera vez no le sale bien. Ahh, y por supuesto: dios se basa en lo que esta tribu americana consideraba importante: la naturaleza, el fuego, las herramientas, la arcilla.
Es como el cristianismo, reduciéndose en su totalidad a la despreciable idea del rebaño y la necesidad de constante adoración.
(visto en The Atheist Experience)