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Juan Carlos Henao sobre el amor y las formalidades

Debo decir que aunque no ha pasado mucho tiempo desde que se posesionó como nuevo rector del Externado, Juan Carlos Henao me sigue cayendo bien.

Ahora, en una entrevista que le hizo Ramiro Bejarano, reconocido procesalista y columnista, aumenta mi admiración por el hombre.

A pesar de que todo el intercambio entre los dos juristas es valioso, sin duda me quedo con esta parte:

Ramiro Bejarano: Usted se viste hoy como se vestía en la época de la Universidad, como lo conocimos todos. A mi en lo particular me seduce ese perfil de su forma de ser. ¿Usted cómo cree que lo recibe la comunidad universitaria con ese tono tan informal?

Rector Henao: Ramiro, esto me ha pasado toda la vida, desde siempre, desde que estaba en la Corte Constitucional. Yo creo que habrá gente que lo recibe positivamente, otros negativamente, pero lo importante es uno no volverse provocador con eso, ¿me entiende? Ni dar un discurso de eso. A mí, simplemente, me gusta, va más con mi personalidad pero al mismo tiempo, por decirle algo, si yo sé que hay unos grados, en donde todos los graduandos se compran su vestido elegante, los papás van con la mejor “percha” que tienen en su closet, pues obviamente yo no me voy a aparecer en una pinta tan informal, entonces, es un punto que tiene que ver con mi personalidad… pero si usted me dice el aspecto coloquial que yo tengo, el aspecto descomplicado que en efecto lo tengo y eso viene desde principios de fondo, Ramiro, eso no es porque sí. Eso es porque yo creo que uno no tiene derecho a ser petulante ni a ser pretencioso; ese tipo de derechos lo que muestran es carencias humanas, uno sigue siendo el mismo, esté donde esté, esté en una Corte Constitucional, en una rectoría y la vestimenta no es lo que hace la personalidad de alguien, entonces, en esa medida yo creo que una forma de vestir, de hablar también, una forma de relacionarme con la gente que no es solemne, que no es formal, eso no quita que se pueda tener respeto por la persona a nivel intelectual, que es lo que espero que ocurra, y eso me ha ocurrido realmente en mi vida.

Ramiro Bejarano: Le voy a hacer una pregunta que es personal, pero que en su caso ya deja de ser personal y es algo que a mí me parece que es un gesto de su personalidad, de su talante, y es que usted hace vida con Vicky con quien no se ha casado jamás. Hoy en día en Francia, por ejemplo el nuevo Presidente de nuestra amada Francia no está casado con su pareja. En este país esas cosas son audaces. ¿Usted ha sentido vetos en algún lugar, en alguna parte por convivir con Vicky y tener la familia tan hermosa que tiene y no estar casado formalmente con ella?

Rector Henao: Sí, claro, claro que vetos. Cada vez menos porque en eso hay una ironía: yo ya llevo como 28 o 29 años, no sé, con ella, y todos mis hermanos eran casados con todas las de la ley, primos etcétera y todos están separados y el único que no está separado soy yo, entonces, ya de por sí podría darse una prescripción en la relación afectiva en donde los hechos han demostrado que nunca necesité estar casado, y ahora hago un poco de memoria, ¿porqué no me casé? Yo no me casé por rebelde, porque yo creía, siempre creía, y lo sigo creyendo que es lo peor, que el amor no es un contrato, que el amor se da todos los días, que si se acabó, se acabó, si no se acabó, no se acabó; es decir, pero yo no creo que uno se case para toda la vida, no es mi manera de pensar mis relaciones afectivas y me generó muchos problemas desde mi familia, o sea, nosotros llevábamos ya siete años viviendo juntos, ocho años duramos sin tener hijos. Recuerdo cuando Vicky iba a mi casa en Cali, no la dejaban dormir conmigo. Ella tenía que dormir en el cuarto de las mujeres, de mi hermana, y yo en el cuarto de los hombres y para mi mamá en esa época fue un trauma, un trauma de ver que yo no me había casado. Hoy ya no, hoy ya son íntimas amigas. Por eso le digo en ese tipo de cosas se evoluciona. Ahora, habrá sectores sociales que consideren que eso es poco ortodoxo, pero yo creo que mientras uno tenga tres, cuatro principios claves en la vida, no hay problema, yo lo vivo, aún más con orgullo le puedo decir que no me casaré nunca ¡Ya pa’que!

Seguramente Hernando Parra Nieto se esté mordiendo los codos. Él es ese tipo de profesor que raja al estudiante porque no fue vestido con traje y corbata el día del examen. Lo sé, porque a mí me lo hizo.

Yo siempre pensé que el conocimiento no está en el vestido, y mi rebeldía me colaboró en ese sentido cuando perdí la materia de Obligaciones que entonces dicataba el prepotente Parra Nieto. Ahora no sólo no quedó de rector, sino que el nuevo rector tiene esa cierta aversión a las formalidades que yo siempre he identificado con la libertad.

Creo que en mejores manos no pudo quedar la Universidad tras la muerte del doctor Fernando Hinestrosa.

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