La tala indiscriminada y la sobreexplotación de los recursos naturales, así como los atentados contra la biodiversidad y ecosistemas únicos son problemas serios, que deben ser atendidos por las autoridades, quienes deben preocuparse por la preservación y hacer todo cuanto esté a su alcance para proteger el medio ambiente.
Sin embargo, los argumentos más débiles -y en ocasiones llanamente estúpidos- son los que la Defensoría del Pueblo está atendiendo en el Meta, por cuenta de la Corte Constitucional que ordenó tener en cuenta lo que alegan las comunidades indígenas:
Y, según las autoridades tradicionales de los resguardos Turpial y La Victoria, en Humapo, los “espíritus se pusieron bravos con la construcción del oleoducto y la contaminación con desechos y aceites, lo que alejó a los peces”.
Los indígenas también denunciaron que con la tala de árboles y de otras plantaciones se afectó la medicina tradicional. A esto le sumaron que la llegada de los blancos (obreros y operarios petroleros) generó conflictos sociales porque algunas jóvenes indígenas se relacionaron sentimentalmente y en muchos casos quedaron embarazadas.
¿Y qué esperan que haga la Defensoría para ‘contentar’ a los espíritus? No me extrañaría si fuera dinero.
En cuanto a lo de la llamada medicina tradicional, me alegro. Nunca pensé que la tala indiscriminada pudiera tener un efecto positivo, pero lo tiene ya que reduce el número de personas a las que se les aplicarán tratamientos que no han sido probados en los laboratorios y que podrían no hacer nada, empeorar las condiciones ya existentes o generar nuevas enfermedades. Todo lo contrario de lo que se entiende por medicina.
Y lo del conflicto social, lo siento mucho, pero se joden. Las jóvenes indígenas, así como cualquier otra persona, están en todo su derecho de meterse con quien deseen. Lo del embarazo, pues precisamente ahora les decía: eso les pasa por utilizar pseudociencia, en vez de recurrir a la verdadera medicina, a los anticonceptivos que realmente funcionan.
Y es que, de nuevo, el racismo con el que se aproximan a las relaciones de sus jóvenes es impresionante. Si trataran de acercarse un poquito más a la Ciencia, sabrían que al nacer, esos niños tendrán un muy buen pool genético, debido a que tienen más variedad genética, lo que redunda en ser más aptos para adaptarse y reduce las posibilidades de extinción.
En momentos como este dan ganas de pegarle un calvazo a Rousseau con su sandez del buen salvaje. Miren a dónde nos han llevado.
