Creo que no haré planes para visitar Kuwait dentro de los próximos diez años, más o menos. Y luego tocaría ver cómo siguen las cosas por allá.
Pero por el momento, no me acercaría ni a diez kilómetros de la frontera de Kuwait, toda vez que han impuesto la pena de muerte para los blasfemos:
El parlamento de Kuwait aprobó una ley que autoriza la pena de muerte para los musulmanes que maldigan a su dios, el Corán, los profetas y las esposas de Mahoma. Los acusados que se arrepienten se ahorrarán la pena de muerte y se les dará cinco años de prisión y una multa de 36.000 dólares. Los no musulmanes se enfrentan a una pena de cárcel de un máximo de 10 años.
“No queremos ejecutar a personas que tengan opiniones… porque el islam respeta a estas personas”, dijo el diputado Ali al-Deqbasi, “pero necesitamos esta legislación porque los incidentes de maldecir a Dios se han incrementado. Tenemos que impedirlos”.
¡Qué tal que sí quisieran ejecutar a las personas con opiniones!
(visto en The Freethinker)