Vaya, esto es una buena noticia. Aunque uno pensaría que el fanatismo y la intolerancia inculcados por la Iglesia Católica harían que fuera prácticamente imposible que cualquier presidente latinoamericano se declare abiertamente ateo (de hecho, alguna vez me contaron el rumor de que Juan Manuel Santos lo era), al parecer no todo está perdido.
José Mujica, el presidente de Uruguay, se declaró ateo mientras le deseaba buena salud a Hugo Chávez:
“Yo todavía no he podido creer en Dios (…) si tan importante señor existe espero que le dé una mano a los pobres de América Latina defendiendo la salud del comandante”, afirmó Mujica.
Aunque las declaraciones de Mujica son dadas en una lamentable dirección (la de considerar que Chávez es la respuesta a la pobreza), resulta alentador el hecho de que haya tenido la valentía de expresar su descreencia en público, mientras aún está en el cargo (y no como ciertos expresidentes que se esperan a perder todo el poder para hacer declaraciones importantes).
(dato: Raúl Daza)
