Si hay una cosa que no tolero es el matoneo. No sé si lo he dicho antes, pero si no, aquí va: en este blog nos oponemos al matoneo o bullying. Tengo la firme convicción de que cada quien debe poder crecer en un ambiente sano, de forma libre, sin sufrir ningún tipo de persecución o rechazo social.
Bueno, pues ciertamente Mitt Romney, el mormón candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, no opina lo mismo. El muy cobarde ejerció el matoneo durante su paso por el colegio, como lo pone de manifiesto un artículo del Washington Post:
Escribe Jason Horowitz en el Washington Post que en 1965, en la prestigiosa Cranbrook School, Mitt Romney se quejó de la apariencia de John Lauber, otro estudiante quien “era objeto de burla constante por su falta de conformismo y presunta homosexualidad”.
Según el WP, Matthew Friedemann, compañero de cuarto de Romney, entonces hijo del gobernador del estado, dijo que había dicho el actual candidato presidencial por el partido republicano. “No puede vestirse así. Eso está mal. Sólo mírelo”.
Unos días más tarde, Friedemann vio a “Romney saliendo de su propio cuarto al frente de un pelotón de estudiantes gritando que iban a cortarle el pelo a Lauber. Friedemann los siguió hasta una habitación cercana, donde encontraron a Lauber, lo tiraron al suelo e inmovilizaron. Mientras Lauber, con los ojos llenos de lágrimas, gritaba pidiendo ayuda, Romney repetidamente le recortó el pelo con unas tijeras”.
Dice el Washington Post que cinco testigos, cuatro de los cuales proporcionaron sus datos personales, corroboraron el incidente. Algunos de los testigos son demócratas, otros republicanos, dice.
Según el Washington Post, de la campaña de Romney dijeron que el candidato no recuerda el incidente.
Y ha salido Romney a presentar disculpas como cabe de esperarse de alguien que se aprovecha de los débiles y desprotegidos, diciendo que presentaba disculpas si había ofendido a alguien. ¿Qué clase de disculpa es esa?
