¿Recuerdan a los embera, esa tribu que rebana clítoris? Pues no sólo son incivilizados en eso.
Resulta que también están dispuestos a jugar la carta del privilegio religioso cuando uno de los suyos estafa al Distrito y es condenado por un juez.
Que es precisamente lo que pasó en el caso de Francisco Rojas Birry, expersonero de Bogotá, condenado a ocho años de prisión:
Ahora bien, tras el rechazo a la detención domiciliaria, un grupo de 12 indígenas se instaló al frente de la casa del expersonero, en el norte de Bogotá, dispuesta a no dejar que lo lleven a prisión. De acuerdo con el presidente de la Organización Nacional Indígena de Colombia, Luis Evelis Andrade, serán ellos los que decidirán la suerte del expersonero una vez adelanten sus pesquisas. Además, se valdrán de la legislación especial para los indígenas, en busca de que Rojas Birry no vaya a prisión.
Y yo sólo puedo preguntarme: ¿Qué carajos está esperando el Presidente para enviar a la policía y hacer cumplir la sentencia? ¿Qué está esperando la Fiscalía para abrirle un proceso a esos 12 nativos por obstrucción de la justicia?
Si no querían que su compañero de tribu terminara en la cárcel, debieron pensárselo mejor antes de permitirle que se posesionara como personero de la ciudad y de haberse enriquecido ilícitamente en un puesto no indígena, sino de la jursidicción ordinaria.
A ver, ¿dónde están los multiculturalistas que pretenden defender el buensalvajismo?
