En Marruecos se ha protegido la tradición y la cultura de ese pobre pueblo, antes que dejarse llevar por los criterios que les han sido impuestos vilmente por los malos, malosos Estados Unidos y todos sus secuaces que pretenden imponer los racistas derechos humanos por vía del perversísimo imperialismo cultural.
Así que los relativistas culturales ya pueden celebrar que Safae, una niña de 14 años, haya sido obligada judicialmente a casarse con su violador, que la dejó embarazada :
La familia presentó una denuncia contra el violador en el momento de los hechos, pero la madre afirma haber sufrido presiones por parte de la Fiscalía y de un juez de familia para que la niña aceptase casarse con su violador como forma de “salvar su honor”.
Posteriormente, Safae dio a luz a una niña, pero nunca ha vivido con su agresor, quien no deja de acosarla, hasta haberla llevado a varias tentativas de suicidio, según la madre.
En Marruecos, una polémica ley del Código Penal permite al violador desposar a su víctima y librarse así de la pena de cárcel.
¿Qué le pasa a esa familia? ¿Cómo se les ocurre rebelarse contra la cultura nativa a la cuál pertenecen y pretender que los individuos sean tratados como una minoría?
¿Que acaso no saben que los individuos no tienen agencia cuando entran en juego sus represivas culturas que son más importantes que sus sentimientos y sus vidas?