En Colombia tenemos las peores soluciones a problemas serios.
El error, cuando se trata del código penal, es que no se escucha lo que los penalistas tienen que decir, que básicamente es que las penas, para que sean efectivas deben ser proporcionales. Andar jugando con ellas (como la estúpida iniciativa de Gilma Jiménez de revivir la cadena perpetua) y subir las penas así alegremente no reduce la comisión de los delitos (que, además de la resocialización del delincuente, es lo que se busca, ¿no?).
Y precisamente eso es lo que pretenden hacer frente a los ataques con ácido:
La Cámara de Representantes aprobó en segundo debate el proyecto de ley que aumenta las penas por “lesiones personales” cuando alguien ataque con ácido.
En medio del debate público por las agresiones de los últimos meses a varias mujeres y hombres, se aplicaría según el proyecto, un máximo doce años por este delito.
El representante Oscar de Jesús Marín justificó el proyecto en que “se está hablando de la vida y de la calidad de vida de los seres humanos”.
Yo no sé cuál deba ser la pena, pero ciertamente pediría estudios antes de tasarla indiscriminadamente en cualquier número de años que parezca suficiente.
Esto se puede deber a demagogia o a ignorancia de los legisladores (o a ambas). Depende de si carecen de escúpulos o de conocimiento. En todo caso, se trata de una gran irresponsabilidad… o de que se hayan asesorado con Jaime Lombana.