Los relativistas culturales siempre están lloriqueando por el “imperialismo cultural” que el malvado Occidente impone en las culturas (y claro, cualquiera entiende que no debe ser muy divertido que a uno lo obliguen a manejar un carro, cuando puede cabalgar todo el día).
Afganistán es su caballito de batalla preferido, no por las graves violaciones contra los DDHH cometidas por soldados estadounidenses, no, sino porque los pobres afganos podrían perder algo tan sagrado como sus tradiciones. Pues de nada tienen que preocuparse, ya que esas tradiciones resultan bastante persistentes:
Cinco personas recibieron un total de 80 latigazos cada una en la ciudad de Herat, situada en el oeste de Afganistán, tras ser acusadas de consumir alcohol y ser condenadas por ello por un tribunal local, informó a Efe una fuente oficial.
Según el portavoz del gobernador de la ciudad, Muhaiudín Nuri, los condenados fueron arrestados días atrás y el domingo fueron presentados ante el tribunal, que tras escuchar su confesión impuso el mencionado castigo.
Así es, las tradiciones culturales que imperaban durante el mandato talibán siguen presentes. Esto hará el día de los multicultis.