El represivo y autoritario gobierno de Irán sigue lanzando amenazas contra Occidente y el mundo libre.
Esta vez, gracias alguien que ya conocemos: Terry Jones. Resulta que este pastor evangélico, a pesar de ser un delirante patológico, es un gran provocador y en esa medida quema un Corán cada seis meses. Esto ha desatado la furia de Irán, que ya empezó con sus amenazas:
Irán condenó hoy la nueva quema del Corán por parte de un pastor evangélico en Estados Unidos, que ya quemó un ejemplar del libro sagrado del Islám en marzo del año pasado, y advirtió que este acto puede provocar la “indignación de los musulmanes en todo el mundo”, informó la agencia oficial, IRNA.
El sábado pasado, Terry Jones, pastor de una iglesia evangélica de Florida, en EE. UU., en un acto al que acudieron una veintena de personas y que se difundió en directo por internet, quemó un Corán y exigió la liberación del pastor evangélico iraní Yusef Nadaryani.
Nadaryani ha sido condenado a muerte por apostasía, al haber abandonado la religión musulmana hace 16 años al convertirse al cristianismo, aunque su sentencia está recurrida.
En un comunicado de condena, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán califica el hecho de “insulto” y “sacrilegio” y considera que está preparado por “los promotores del proyecto de lucha contra el Islám y quienes planean el choque de civilizaciones en EE. UU. y Occidente”.
Según el Ministerio de Exteriores iraní, Teherán espera “más responsabilidad” del Gobierno de EE. UU. para evitar actos de este tipo y “una seria reacción contra estas acciones extremistas”.
Por supuesto, a estos chalados no se les puede tomar en serio, al fin y al cabo tratan de “civilización” su feudal organización en la que persiguen a la gente por no comulgar con su fascista superstición.
Eso es lo que no les permite entender que, en Occidente, el gobierno no se mete en los asuntos de las personas y que si alguien quiere cometer la estupidez de quemar un Corán que compró con su dinero, está en toda la libertad de hacerlo. Contra lo que debería prevenirse EEUU y cualquier país que se precie de apreciar la libertad es contra los ataques que se deriven de las amenazas de estos salvajes.
Ya saldrán los relativistas culturales a decir que es más grave el agravio de quemar el estúpido libro que el hecho de quitar vidas como represalia.
(visto en Ateorizar)