Diran lo que quieran pero el cristianismo y el islam son ideologías retardatarias, fascistas en su esencia y estúpidas en su proceder que sirven para propagar y dirigir el odio contra grupos específicos de distintas poblaciones. Que haya cristianos y musulmanes “moderados” se lo debemos a la Ilustración y la lenta acogida que han tenido los valores ilustrados tanto en la sociedad como en las legislaciones occidentales.
Claro que hay lugares del mundo que no han corrido con la misma suerte y se dedican a perseguir “brujas”, como en la muy islámica Arabia Saudita:
Una mujer de Sri Lanka se enfrenta actualmente a la decapitación con espada por un cargo de brujería en Arabia Saudita, siguiendo los preceptos del wahabismo, una estricta forma de islam suní. La ONU reporta que las ejecuciones se triplicaron en el reino durante el 2011.
Un hombre saudí se quejó de que en un centro comercial su hija de 13 años “de repente comenzó a actuar de una manera anormal, lo que ocurrió después de que ella se acercara a la mujer de Sri Lanka”, informa el diario Okaz.
Después de que el hombre de la localidad denunció a la cingalesa de lanzar un hechizo a su hija, a la policía de la ciudad portuaria de Jeddah le pareció causa suficiente para detener a la mujer.
La brujería y hechicería implican sólo una medida en Arabia Saudita – la decapitación.
(visto en Dispatches from the Culture Wars)
Y que los cristianos no se vayan ufanando de que su religión no permitiría que esto pasara, pues sus correligionarios están haciendo exactamente lo mismo en Nigeria:
Las actividades potencialmente peligrosas de una nueva iglesia local en Cross River-Akwa Ibom, eje de los estados del país, debe ser motivo de preocupación para todas las personas de conciencia en Nigeria y más allá. Esta iglesia, que habitualmente comienza los temas de su cruzada con “¡Padre mío!, ¡Padre mío! …” parece estar en una vía rápida para provocar una nueva ola de abusos de tortura y asesinatos en la región relacionados con las acusaciones de brujería.
Esta iglesia es propiedad y está dirigida por un pastor juvenil recién llegado, que dice ser “Profeta de Dios” y “profeta de señales y prodigios”. No está claro cuándo y cómo consiguió estos títulos, pero al igual que otros en el negocio del pentecostalismo, estas denominaciones se han convertido en la marca de este empresario evangélico. Desde un apartamento en Calabar, Cross River, donde comenzó, la iglesia se ha vuelto tan rica que ahora organiza sus reuniones en algunos de los hoteles más caros de la región. Pero la cuestión no es si esta “Iglesia del Padre Mío” celebra sus eventos en lugares baratos o caros, sino de qué tratan estos programas.
Recientemente, el ministerio profético se unió a la vanguardia de las iglesias que cazan brujas que están alimentando el abuso en la región relacionado con las acusaciones de brujería.
En lo que parece ser un intento claro y orientado a socavar el progreso que los organismos gubernamentales y no gubernamentales han hecho en la lucha contra la caza de brujas en Akwa Ibom, la iglesia organizó en marzo una cruzada con la etiqueta ‘Uyo Festival de Fuego’ en el Salón de Ibom en Uyo, capital del estado.
El tema de la cruzada era “¡Padre mío! ¡Padre mío! ¡Esa bruja Debe Morir’.
Los relativistas culturales habrán tenido un orgasmo al leer esto, que las sucias manos de la civilización están dejando en paz a esas pobres culturas.
Es que precisamente el proceso civilizador y progresista (mejor conocido como occidentalización) es el arduo trabajo de sacudirse las supersticiones. La moderación no viene con la religión, sino de su más enconada enemiga – la Razón.
(visto en Dispatches from the Culture Wars)