Acabo de llegar de donde mi amiga atea a la que aconsejé hace unos días.
Me tenía un regalo. Es un acróstico con mi nombre:
Para ti:
Dios será una palabra que siempre me
Acordará a ti. Porque tu forma de
Ver el mundo, de dar argumentos que
Invalidan cualquier creencia absurda,
Donde no hay cabida a lo realmente [no]
Aprobado y demostrado me ENCANTA.
Luego de haber escuchado tus opiniones, sé
Explicar mejor mi pensamiento, cosa que
Jamás nadie me había hecho llegar a hacer.
Antes que todo, gracias por merecer decirme no
Natalia, sino Monatos. Ahora estoy más cerca al
Descubrimiento de un yo más acorde a mis
Recuerdos de la mujer que quiero ser. Nunca
Olvides lo especial que eres.
¡Por este tipo de cosas es que vale la pena esto! Para estar allí y ayudar a los demás cuando nos necesitan, para darle una mano a quienes han sufrido discriminación y buscar argumentos ante los continuos debates de la superstición.
¡Ya con esto, quedó hecho mi día!