Definitivamente a la OEA poco o nada le importa la libertad. Si bien esto quedó demostrado en esa pasarela de mandatarios que fue la Cumbre de las Américas, al parecer en ese organismo multilateral tienen la necesidad de hacer explícita su postura.
De hecho, esta postura queda bastante clara tras conocer las declaraciones del secretario general de la Organización, José Miguel Insulza:
La presencia de Cuba en las Cumbres de las Américas no debilita el sistema Interamericano y por lo tanto no hay razón de peso para que la Isla no sea invitada a este tipo de eventos, que se realizan cada tres años.
Eso dijo hoy el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, durante un foro organizado por el Centro Woodrow Wilson, en Washington. Según Insulza, Cuba es un problema exclusivo de Estados Unidos que lo antagoniza con el resto de la región y le recomendó a Washington reconsiderar una política que lleva más 40 años sin dar resultados.
Ahh, claro. Olvidémonos de todos los ciudadanos cubanos que malviven bajo el represivo y autoritario gobierno que los hermanitos Castro montaron en la isla de la muerte. ¡Invitemos a Cuba! ¡Departamos con los dictadores!
Esta postura no sólo resulta lamentable sino también hipócrita. ¿Sabe Insulza qué sí es un problema de Estados Unidos y que ninguno de sus estados títere es capaz de dejarle sólo a ellos? ¡La prohibición de las drogas!
Pero por supuesto, Insulza no dirá nada, porque esto sólo se trata de volverse detractores de la libertad.