Si el hecho de que la pseudociencia se cobra vidas humanas y acentúa la innecesaria caza de especies animales en vías de extinción no es suficiente motivo para rachazarla, tal vez esto sí lo sea.
Resulta que al no haber estudios sobre sus efectos, se podría estar consumiendo un veneno antes que un remedio, como es el caso de la huancahuisacha:
Cálculos renales. Mordeduras de serpiente. Heridas en la cabeza. Para los antiguos, una hierba llamada huancahuisacha era una droga maravillosa que curaba todo eso, y mucho más.
Los detectives médicos, sin embargo, han encontrado que el antiguo remedio probablemente ha causado siglos de insuficiencia renal y cáncer, además de ser el culpable de un síndrome generalizado de enfermedad renal en algunas partes del mundo.
“La gran pista fue la misma planta”, dice el farmacólogo Arthur Grollman de la Universidad Stony Brook (Nueva York). “Una vez que se cayó en cuenta que contenía una potente toxina para el riñón y un carcinógeno humano, pudimos llegar al fondo de las cosas”.
Grollman y sus colegas han desentrañado una firma genética dejada por la huancahuisacha en los casos de cáncer e insuficiencia renal, como se informó en la revista de marzo ( http://bit.ly/A8pBO4 ) de Kidney International. Y en un próximo trabajo, informan los signos de que el uso de la droga en la medicina china puede ser responsable de las altas tasas de enfermedad renal en Taiwán.
Ahh, la medio bobadita: generaciones y generaciones de cáncer y fallos renales.
¿Quién se le mide a seguirse tomando estos potingues hechos por sabelonadas, vendedores de humo?
Como cosa rara (porque no me fío de las secciones llamadas de Ciencia de los medios colombianos, que o se enteran muy tarde o publican pseudociencia y Nueva Era como si un hippie fuera el editor de esas secciones), El Tiempo le dio cubrimiento a esta noticia casi 12 horas después de que yo me enteré (y tres horas antes de que yo publicara…). Es todo un récord.
(visto en GMO Pundit)