Curanderos matasanos los hay en todos lados. Sin embargo muy pocos consiguen una fama relativamente considerable.
Y esto los hace más peligrosos, porque eso sólo significa que son más las víctimas que caen en sus garras y arriesgan su salud y su bolsillo para someterse a tratamientos anticientíficos, que no cuentan con ningún estudio que los respalde.
Ese, precisamente es el caso de Joao Teixeira de Faria, alias Joao de Deus:
Este curandero de la fe, que supuestamente incorpora entidades espirituales cuando está en trance, diagnostica males, prescribe tratamientos y realiza cirugías psíquicas, a veces con las manos y otras con cuchillos de cocina, bisturís y tijeras.
“Sin asepsia y sin anestesia, con la misma mano con la que había recibido a cientos, Joao de Deus abre el ojo de un paciente y con un cuchillo ha comenzado a raspar, como si rascara el suelo, podía oírse el ruido. El paciente ni se ha movido y entonces él le ha dicho: Estás curado, puedes irte”, describe a la AFP la sesión que acaba de presenciar Reinaldo Da her, un médico ortopedista que ha visitado al médium convencido de su poder.
A este tipo deberían abrirle por lo menos una investigación. Las ciencias de la salud deberían ser practicadas sólo por personas con los estudios correspondientes, con una autorización para ejercer la medicina.
Los demás, como Joao Teixeira, deberían enfrentar a la justicia y todo el peso de la ley.
(dato: Ylmer Aranda)