Hoy las Farc liberaron a 10 miembros de la Fuerza Pública que tenían secuestrados desde hacía 14 años. Esa era su obligación, como lo era, en primer lugar, no haberlos privado ilegalmente de su libertad.
Ahora ha salido Piedad Córdoba a robar cámara y de alguna extraña forma, hacer que las liberaciones se traten de su protagonismo, como suele hacer en estos casos. Esta es una parte de sus declaraciones:
“Estamos muy contentos, más no podemos pedir. A las 7 de la noche nos vemos en el hotel”, dijo la exsenadora Piedad Córoda al llegar a Villavicencio.
Decir que Córdoba se equivoca es quedarme corto. ¡Está tarada!
No sólo sí podemos pedir más sino que tenemos la obligación moral de exigir más. No podemos asumir que ya terminó la pesadilla cuando esos narcoterroristas amigos de la exsenadora siguen privando ilegalmente de la libertad a civiles inocentes.
Los seres humanos tenemos derecho a ser libres y la única persona que goza de esa libertad plenamente en este país es Piedad Córdoba, quien no será secuestrada ni asesinada por las Farc, que puede darse el lujo de recorrer el país contando con toda una pandilla de asesinos que la protejan, así que sí, podemos y debemos pedir más, hasta que se hayan exterminado todos los grupos terroristas y cualquier colombiano pueda recorrer el país sin tener que temer por su integridad ni por su libertad.
A pesar de que ese estatus sólo lo goza Córdoba, eso no es un lujo ni un privilegio. Es un derecho que deberíamos tener garantizado todos y cada uno de los colombianos.
