Colombia tiene problemas acuciantes, muchos. Están el hambre, el invierno, las inundaciones, las enfermedades, el desempleo, la corrupción, la inseguridad, los grupos terroristas, el terrorismo de estado y la falta de educación.
Todos ellos requieren de mucha inversión, infraestructura, planeación y administración para poder ser aliviados y posteriormente resueltos de manera satisfactoria. Sin embargo la gobernación del departamento de Antioquia dilapida el dinero en estupideces que no servirán ni un ápice para resolver los problemas ya mencionados:
Así es: 1283 millones de pesos desperdiciados en un templo a la ignorancia y los prejuicios. Diría que ese dinero se fue a la caneca pero sería mentir.
Incluso, quemarlo habría sido preferible que aportarlo a una empresa que se encarga de interferir con que las mujeres puedan acceder a anticonceptivos, que pretende mantener a los homosexuales como ciudadanos de segunda clase y que además de que no pagan impuestos pretenden moldear la política pública, hacen parte de la mayor multinacional del crimen que pueda existir y que protege pederastas.
Ahh, y se me iba olvidando: ¡¡es inconstitucional!
Si Sergio Fajardo antes me caía como una patada en el hígado, ahora me cae como una patada en las pelotas.
(dato: Pirityo)