Ayer se supo que la SIC encontró que Revertrex tenía publicidad engañosa y por ende fueron sancionados y se les obligó a retirar sus deshonestas afirmaciones de la publicidad.
Los del producto salieron a decir que a la SIC no le correspondía determinar si sus afirmaciones eran científicamente comprobables (!) y que el Invima, el verdadero encargado, sí los había autorizado para poner esa propaganda mentirosa. Pues ya salió el Invima a decir que eso no es así:
Voceros de la entidad revelaron que en marzo de 2011, el titular del Registro Sanitario, la empresa Intermarketing Direct S.A., solicitó autorización al Invima para incluir en su empaque y publicidad que este producto activaba el gen de la longevidad y lograba la eterna juventud.
Invima negó la solicitud y aún así se continúo ofreciendo el producto con “exageradas propiedades” que no se demostraron científicamente. Por esta razón se les abrió una investigación que culminó en noviembre del año pasado con una multa por 98 millones pesos al titular del Registro Sanitario y al distribuidor del Revertrex.
O sea, no sólo mintieron vendiendo un producto para dietas como si fuera la fuente de la eterna juventud, sino que además estaban advertidos que no debían promocionarse como si su producto retrasara la longevidad y fueron e hicieron precisamente eso que tenían prohibido.
El Invima los sancionó por ello y cuando la SIC los volvió a sancionar salieron a decir que tenían permiso del Invima. Yo digo que aquí amerita que se compulsen copias a la Fiscalía porque en ese entramado fácilmente podría encontrarse algún delito.
Y es que es de esperar que sigan mintiendo descaradamente, en vista de que de algún lado tendrán que sacar los 150 millones de pesos que les ha costado el chistecito y que están debiendo por concepto de multas y sanciones.
No hay que perder de vista qué se inventa Amparo Grisales para seguir defendiendo la estafa de este producto.