Esto de los dioses todavía no lo capto. Sus celos y exigencias de no tener otros dioses y no negarlos son famosos, tanto que a pesar de ser tan obvio que no es así, hay que decir que dios es misericordioso.
Y se molesta con una facilidad pasmosa y que ataca a todo el que se cruce en la línea de fuego (tampoco es que haga puntos para decir que es justo). Por ejemplo, no adorarlo exactamente como le gusta puede desatar su furia, que es lo que le pasó a unos 30 aldeanos de San José de Uré que lo estaban adorando:
Las anunciadas fiestas al patrono del pueblo San José de Uré terminaron en lamentos por la caída del destartalado y casi improvisado puente colgante sobre la Quebrada de Uré.
La muchedumbre, alabando a San José y disfrutando con devoción de sus fiestas, terminó en el agua y sobre las rocas.
Afortunadamente no hubo pérdidas humanas, pero los 30 heridos sacados del agua apagaron la fiesta religiosa más importante del municipio.
Según el concejal Edilberto Durán, desde ayer en la localidad hablaron sobre el caso con las autoridades competentes. De acuerdo con el cabildante esto sucedió por irresponsabilidad en la organización de la procesión. “Al cruzar el puente se debía controlar el paso de la gente, ya que de antemano se sabía que la estructura no estaba en buenas condiciones, gracias a Dios no hubo nada que lamentar, pero pudo ser una tragedia”, afirmó el líder.
Pobre don Edilberto; habla intimidado y bajo coerción
(dato: Roberto Rivero).
