Como ya lo dije, estudié una parte de la carrera de derecho con Sebastián Galeano Vallejo “el Chevy“, quien era impulsor de Grita Juventud (organización propagandística de las “verdades” del Polo), es miembro del MOIR y amigo de Julián Robledo (hijo del senador Jorge Enrique Robledo).
Alguna vez los acompañé y apoyé en una manifestación contra TransMilenio antes de que se creara la Liga de Usuarios de TransMilenio, cuyo portavoz es Sebastián. En algunas oportunidades entablamos conversación y cruzábamos brevemente puntos de vista (su antipetrismo -dentro del Polo- y defensa de unas infames declaraciones de Jaime Dussán consiguieron que lo viera como alguien incapaz de llevar a cabo juicios de valor relativamente objetivos). Ahora, Sebastián ha salido con esto:
Ante las acusaciones de Petro dice “Me sindica de ser líder del vandalismo, y ofrecen 20 millones por los vándalos, yo no he cogido nunca una piedra”.
No puedo decir que él haya lanzado alguna vez una piedra o empuñado un palo o provocado a la Fuerza Pública, porque nunca lo he visto ni me han dicho que haya hecho algo así. No.
Pero resulta que el vandalismo no se reduce a tirar piedras. Durante las manifestaciones en contra de TransMilenio, parte de los actos vandálicos consistieron en pintar grafittis en las estaciones. Eso le cuesta a la ciudad, al Distrito y no estoy muy seguro de que sea el proceder más legal que exista.
Y sí sé que Sebastián ha escirto grafittis. De hecho, sobre la calle 12 con carrera 3a (a dos cuadras de El Externado), se encuentra un local de comida llamado San Felipe (que, curiosamente, pertenece a la familia de otra compañera que empezó la carrera de derecho después que nosotros). En una de esas conversaciones que tuve con “Chevy” algún día, él me confesó que era el autor de un grafitti que apareció en la fachada de San Felipe que decía “Externado. Universidad sinónimo de lucro”.
Así que me gustaría que Sebastián saliera y explicara si alguna vez ha hecho grafittis en lugares donde no lo tenía permitido, porque su versión es muy cómoda… pero incompleta.
