Estoy convencido de que la pseudociencia es una gran fuerza de mal en el mundo. Nada bueno puede salir de una práctica que no está basada en la evidencia.
De hecho, no sólo no puede salir nada bueno, sino que pueden tener costosos resultados en muchísimos contextos. No sólo el costo en vidas humanas sino también en la dramática reducción de la biodiversidad. Por ejemplo, el rinoceronte de Java y las matarrayas son cazados indiscriminadamente para producir algunas de esas pócimas. Ahora los osos también están en la mira de los charlatanes y sus proveedores:
La bilis de oso es un ingrediente muy apreciado en la medicina tradicional china.
Ahora, los ecologistas multicultis y demás ralea de posmodernos tienen que salir de su zona de confort, el buenrollismo, y tomar una decisión. ¿Qué consideran más importante: unos estúpidos ritos supersticiosos que no se ha comprobado que funcionen o la diversidad de ecosistemas de fauna del planeta?
¿Así que qué va a ser? Yo ya sé de qué lado estoy – del de la ecología y la diversidad.
(dato: Ylmer Aranda)