En Colombia no existe una aberrante ley del tipo Don’t Ask Don’t Tell, con la que los no heterosexuales fueron discriminados durante mucho tiempo en las Fuerzas Armadas de EEUU.
Pero al parecer, tampoco la necesitamos. Para eso tenemos al almirante Roberto García Márquez, comandante de la Armada Nacional:
Durante una entrevista concedida a la emisora Todelar, García sostuvo que de ser descubierta una conducta homosexual entre el personal militar, trataría de sacar a los implicados “por las vías legales” y reiteró que “evidentemente no pueden salir del closet”.
“No se vería bien un par de militares cogidos de la mano, besándose, eso choca contra el sentido común y contra la ética, la moral y eso más o menos es lo que nosotros siempre buscamos que sea incólume en la institución”, aseguró el oficial.
A ver pedazo de oficial, lo que no se ve bien es un capullo que se supone que está para defender nuestras libertades cuando su capacidad mental no ocuparía más espacio que una cáscara de cacahuete por lo que ni siquiera entiende en qué consisten esas libertades que se supone que defiende.
Este tipo destila homofobia cada vez que abre la boca:
“Hay algo que mi General Navas nos enseñó hace un par de días y que es sabio, que dice que Séneca en una de sus máximas en Roma, decía que el honor prohíbe lo que la Ley permite. Creo que eso aplica perfectamente”, indicó.
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“Nosotros creemos que las instituciones militares tienen una conducta, una forma de ser, que en definitiva riñe con esa situación que hoy en día hay que aceptarla, pero que de alguna forma no es conveniente”, concluyó García.
Aunque la Armada salió a decir que allá no discriminan según la orientación sexual, va siendo bueno que rueden cabezas cuando algún imbécil descerebrado de estos promulgue su asquerosa homofobia en ejercicio del cargo.
Sería ejemplarizante.
