Krystal Myers es exactamente el tipo de estudiante que desea cualquier bachillerato: editora del periódico del colegio, capitana del equipo de natación, estudiante con honores. Sin embargo, a juzgar por cómo la trata su colegio, parece que no la saben valorar.
Resulta que Krystal, quien es atea, escribió una columna para el periódico que dirige y las directivas del colegio no se lo dejaron publicar. Pues ahora la columna se encuentra en Internet [PDF] y será leída por más personas de las que inicialmente la habrían leído si no la hubieran censurado. ¡Disfruten con el efecto Streisand, Lenoir City High School!
Como actual estudiante de Gobierno, me he dado cuenta que siento que mis derechos como atea son severamente limitados e injustos en comparación con otros estudiantes que son cristianos. No sólo hay varios clubes que ofrecen la fe cristiana, sino ministros de la juventud también están autorizados a entrar en el campus de la escuela y repartir dulces y otros alimentos a los cristianos y sus amigos. Sin embargo, siento que si un ateo hiciera eso, la gente no estaría feliz al respecto. Esto puede no ser cierto, pero debido a generalizados sentimientos negativos hacia los ateos en la escuela, creo que sería el caso. Mi pregunta es, “¿Por qué? ¿Por qué el ateísmo tiene tan mala reputación?” Y una pregunta aún mejor, “¿Por qué los cristianos tienen derechos especiales que no se nos permiten a los no creyentes?”
Antes incluso de comenzar, solo quiero aclarar algunos conceptos erróneos sobre el ateísmo. No, nosotros no adoramos al “diablo”. No creemos en Dios, así que tampoco creemos en Satanás. Y podemos estar “sin dios”, pero eso no quiere decir que no tengamos moral. Sé que, personalmente, me esfuerzo por ser la mejor persona que puedo ser, incluso sin religión. De hecho, he sido una mejor persona desde que he rechazado la religión. Y quizás el concepto erróneo más importante es que queremos convertir a todos en ateos y que odiamos a los cristianos. La mayoría, sólo queremos ser respetados por lo que somos y no ser juzgados.
Ahora bien, deberían saber exactamente qué es un ateo. Dictionary.com dice que un ateo es, “una persona que niega o no cree en la existencia de un ser o seres supremos”. Sin embargo, esto no quiere decir que los ateos no creamos en causas mayores; simplemente no creemos en un ser superior.
Dicho esto, puedo pasar a la verdadera cuestión. Antes de comenzar, quiero que piensen sobre sus derechos y cómo sus derechos “percibidos” podrían estar afectando los derechos de los demás.
Hay varios casos en que mis derechos como una no creyente, y los derechos de cualquiera que no sea cristiano, han sido violados. Estos casos me inspiraron a investigar las leyes relativas a la separación de la iglesia y el estado, y he aprendido algunas cosas interesantes. Sin embargo, en primer lugar, me gustaría que sepan específicamente cuáles son mis motivos de queja contra la escuela. En primer lugar es la oración sectaria que se produce en la graduación de cada año. Afortunadamente, no soy la primera que he pensado que se trataba de un problema. En el caso de la Corte Suprema de Justicia Lee vs. Weisman, se decidió que permitir la oración en la graduación es una violación de la Cláusula del Establecimiento de la Primera Enmienda, que dice: “El Congreso no hará ninguna ley respecto al establecimiento de religión, o prohibiendo el libre ejercicio de la misma”. Los conferencistas especiales pueden rezar, pero la escuela no puede avalar la oración o un plan para que esto ocurra.
La oración pública también se produce en todos los partidos de fútbol que jugamos de locales mediante el sistema de megáfono. Esto ha, una vez más, sido cubierto por el caso de la Corte Suprema del Distrito Escolar Independiente de Santa Fe vs. Doe. El Tribunal dictaminó que la oración patrocinada por la escuela es una violación inconstitucional de la Cláusula del Establecimiento de la Primera Enmienda. Si un ponente reza, está bien. Sin embargo, tan pronto como la escuela ofrece patrocinio, se vuelve ilegal. El patrocinio puede ser casi cualquier cosa, incluso algo tan simple como decir que el ponente podría orar o la elección de un ponente con una conocida propensión a orar o a compartir sus puntos de vista religiosos.
Sin embargo, no son sólo a los ponentes a quienes tenemos que temer en Lenoir City High School. También tenemos que temer a algunos de los maestros y lo que podrían decir acerca de sus propias creencias religiosas. Por lo menos en dos ocasiones distintas, los profesores han hecho públicas sus preferencias religiosas, básicamente, para toda la escuela.
Una profesora ha hecho sus preferencias religiosas conocidas por llevar una camiseta con un crucifijo dibujado al desempeño de sus funciones como empleada pública. Además, Kristi Brackett, de último curso en Lenoir City High School, ha dicho que la maestra “recomienda encarecidamente que nos unamos a [un club religioso] y a estar en el equipo de liderazgo del grupo”. Una vez más, esto viola la Cláusula del Establecimiento de la Primera Enmienda. Cuando se le preguntó si esto era cierto, la maestra respondió: “Como profesora, yo nunca usaría mi poder de influencia para forzar mis creencias o las creencias de [un club religioso] sobre ningún estudiante en la escuela”. No obstante, las camisetas religiosas siguen siendo inadecuadas en el contexto escolar. Los profesores tienen prohibido hacer conocer sus preferencias religiosas, la Constitución les obliga a ser neutrales cuando actúan en su calidad de maestros de escuela pública.
No sólo son las preferencias mostradas a través de camisetas religiosas, sino también a través de una “Cita del día” que algunos profesores escriben en los tableros en las aulas. Un profesor pone versículos de la Biblia ocasionalmente como la “Cita del día” del profesor para los estudiantes. La Cláusula de Establecimiento de la Primera Enmienda ha sido violada, una vez más sin tener en cuenta a los no creyentes.
Pero tal vez tendría más esperanza en nuestra escuela y la posibilidad de cambio en el horizonte, si nuestro propio consejo escolar no empezara sus reuniones con una oración. Una persona que desea permanecer en el anonimato, que ha estado presente en las reuniones de la junta escolar, dice: “Llevan a cabo oraciones. Le rezan a ‘Nuestro Padre Celestial’ y terminan con ‘Oramos en el nombre de Jesús'”. Esto no sólo es una violación de la ley del Tribunal Supremo, sino también una violación de la propia política de la junta directiva que prohíbe la oración en la escuela en eventos patrocinados. Toda la base de cómo es administrada nuestra escuela es establecida por cristianos evidentes. De alguna manera, esto no es sorprendente. Si nuestra Junta Escolar opta por ignorar la Cláusula del Establecimiento de la Primera Enmienda y la Corte Suprema, entonces no es de extrañar que los profesores opten por hacer lo mismo.
Sé que voy a seguir tratando de ganarme mis derechos como atea, y como ciudadana estadounidense, pero también necesito su ayuda en educar a otras personas para darse cuenta de la injusticia cometida contra todos los grupos minoritarios. La fe cristiana no puede gobernar los Estados Unidos. Es inconstitucional. La religión y el gobierno se supone que deben estar separados. Si dejamos pasar esto, ¿qué otras enmiendas de la Constitución serán ignoradas? Los dejo para decidir lo que van o no van a hacer, pero recuerden que los no creyentes no somos lo que originalmente pensaron que éramos, somos seres humanos como ustedes.
Los casos de instituciones públicas violando el principio de separación de la superstición y el Estado en EEUU abundan. Y acá no es que sea muy diferente. La diferencia radica en que aquí no sé de estudiantes que denuncien eso.
(visto en Friendly Atheist)