La estupidez afecta a los seres humanos en cualquier lugar del mundo. Se cobra vidas y esparce la miseria.
Es así en cualquier lugar del mundo, en cualquier país. Puede pasar en Colombia o en Nepal:
Dhegani Mahato, una mujer de 40 años y madre de dos, fue quemada viva en Nepal, en medio de acusaciones de ser una bruja, dijo la policía este sábado.
Familiares de Mahato y otras personas la atacaron y le prendieron fuego, luego de que un chamán la acusó de lanzar un hechizo para enfermar a uno de sus familiares, dijo el agente policial Hiram Mani Baral.
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La Policía arrestó a 10 personas, incluidos dos chamanes, cinco mujeres y un niño de ocho años, por su relación con el crimen.
“Los arrestados han confesado su delito y serán acusados de asesinato”, dijo Baral. Mahato acababa de limpiar una vaqueriza cuando fue atacada.
La gente la golpeó con palos y rocas antes de rociarla con queroseno y prenderle fuego. La hija de Mahato, de nueve años, presenció el incidente.
Y aunque los multiculturalistas digan lo contrario y defiendan el salvajismo y la barbarie, me parece que el llamado del Primer Ministro debería ser aceptado, acogido y aplicado en Nepal y el resto del mundo:
El primer ministro, Baburam Bhattarai, pidió a la gente no prestar atención a los chamanes y curanderos.
Le faltaron los más peligrosos, pero esto se hace extensivo a los líderes religiosos.
(dato: Damian Stoler)
