Los tiempos cambian muy rápido. Siento que estoy envejeciendo. Yo suelo estar pendiente de los cambios a legislativos en el país. No sé, me parece importante saber bajo qué leyes nos regimos.
Pero parece que me perdí de algo. ¡Será la edad, que se me pasan los cambios y no me doy cuenta! Verán ustedes, cuando yo estudiaba derecho, destruir cualquier propiedad del Estado era un delito tipificado en el Código Penal:
Artículo 265. Daño en bien ajeno. El que destruya, inutilice, haga desaparecer o de cualquier otro modo dañe bien ajeno, mueble o inmueble incurrirá en prisión de uno (1) a cinco (5) años y multa de cinco (5) a veinticinco (25) salarios mínimos legales mensuales vigentes, siempre que la conducta no constituya delito sancionado con pena mayor.
[…]
Artículo 267. Circunstancias de agravación. Las penas para los delitos descritos en los capítulos anteriores, se aumentarán de una tercera parte a la mitad, cuando la conducta se cometa:
[…]
2. Sobre bienes del Estado.
Pues entonces cuando hace unos días, unos cobardes encapuchados celebraron la muerte de dos compañeras suyas hace unos años y destruyeron una motocicleta de la Policía nacional, que hasta donde yo entiendo es un bien del Estado, cometieron un delito.
Pero resulta que no. Ellos, esos cobardes que no dan la cara y que destruyen el patrimonio estatal, resulta que lo que son es entretenedores:
Papas bombas, cerveza, Bantú, amigos, viernes, celebración –perdón conmemoración-…. Pensé entonces decirle que todo en la Universidad es un espectáculo. Primero se anuncia la función en las paredes, luego se detonan las explosiones y los dueños del acto se dejan ver un poco, así como el circo de barrio sale por las calles a anunciar el evento central.
El escenario ya está listo, la Plaza Barrientos está preparada nuevamente para el inicio del show donde decenas de espectadores con celulares y cámaras en mano esperan ver el nuevo acto: Una moto de la Policía quemada. Con el público interno conquistado, intentan lograr su siempre anhelado objetivo: tomarse la calle Barranquilla. Esta vez lo hacen con facilidad.
¿Qué pensará la Fiscalía? O más bien, ¿por qué no hacen nada?
(dato: pirituyo)
