Con ocasión del Día del Periodista, hubo muchos eventos dedicados al tema.
Uno de ellos fue un pequeño reportaje-homenaje que le hicieron a Patricia Janiot, periodista colombiana que acaba de cumplir 20 años en CNN en Español.
La nota no tiene pierde y de hecho hay declaraciones de Janiot que vale la pena repetir:
La afamada periodista Ángela Patricia Janiot, estrella de la cadena de televisión CNN, quien acaba de celebrar 20 años en esa empresa, admite que hubo menos presiones en el entorno del dictador Augusto Pinochet que en el círculo del ex presidente Álvaro Uribe, tras interrogar a cada uno, en su momento.
Janiot dice que entrevistar a Uribe le dejó un sabor amargo, por su distanciamiento de la realidad, hasta el punto de que su asesor José Obdulio Gaviria debió tranquilizarlo y decirle: “no, Presidente, eso es exactamente lo que la gente se pregunta”.
Así es: Álvaro Uribe está tan desconectado de la realidad, que cree que todos lo persiguen y que todo es un complót en su contra.
No le cabe en la cabeza que el fin no justifica los medios, que no hay personas por encima de la ley y que cuando uno comete delitos, que la justicia cumpla con su trabajo es lo mínimo que cabe esperar.
Pero eso no es todo:
“Fue muy difícil además porque en la entrevista estaban presentes muchísimas personas, tenía comité de aplausos. Me imagino que eso le daba a él más municiones para quejarse, para sentirse atacado, víctima”.
Ángela Patricia Janiot, quizá la periodista colombiana más reconocida en el mundo, recuerda que cuando aterrizó en su sede de Atlanta tenía 15 llamadas de la empresa de colegas, de gente del Palacio de Nariño que presionaban la no publicación de la entrevista o su edición. El director la tranquilizó y respaldó: “Haz tu mejor trabajo”, le dijo.
Y entonces llega una perla. Resulta que Janiot también entrevistó a Pinochet, así que pudo hacer una comparación entre las dos entrevistas a ambos totalitaristas. Empieza con Pinochet:
Después hubo algunas llamadas para sugerir la edición o suspensión de algunas respuestas “pero la presión fue mucho más sutil, fueron casi diplomáticos. No me sentí agredida, asediada o incómoda. Llamaron muchísimas veces a negociar la edición de la entrevista y obviamente no accedimos”.
En el caso del presidente Uribe llamaron a decir que lo había emboscado, que lo había engañado. “Se referían al hecho de que yo mostré un video que permitía demostrar la contradicción del Jefe del Estado, quien había dicho que no aspiraba a ser reelegido, para después cambiar totalmente su discurso.
La reacción fue muy fuerte, se levantó y se sentó en la punta de la silla. Subió el tono de su voz, se mostró alterado…”.
Si antes me sentía avergonzado por haber sido representado por ese capataz e intento de dictador que es Uribe, ahora me avergüenza decir que soy del país donde eligieron a un lunático que ha perdido completamente la conexión con la realidad y vive en un mundo de fantasía, en el que él nunca se ha equivocado, ha hecho todo perfecto y siquiera sugerir lo contrario significa que uno es un criminal.
Afortunadamente esta patética excusa de ser humano no fue elegido por tercera vez.
