Probablemente, una de las personas más indicadas para resolver dudas sobre relaciones y sexo sea Dan Savage.
Él, siendo gay y ateo está libre de los prejuicios religiosos y se toma las preguntas en serio, por muy sucias, poco comunes, pecaminosas, obvias o idiotas que le parezcan a otros.
En las cartas de esta semana hubo una que se me hizo la situación más gráfica de lo que puede ser una paradójica tortura para unos padres conservadores:
Tu pregunta la semana pasada de la persona que “tropezó” con el blog de sexo de dominación femenina de su hermano me recordó una historia divertida: Mi hermano pequeño le salió del clóset a mis padres judíos conservadores-pero-no-particularmente-religiosos en 1995. Fue duro. Nuestros padres se negaron a ayudar a pagar mi boda, porque yo insistía en invitar a mi hermano y su novio. Mamá y papá ahora están con razón, avergonzados por su conducta y adoran al marido de él. (Ayuda que mi hermano se casara con un médico – algunos estereotipos son ciertos.)
El año pasado, mis padres se enteraron de que mi hermano mayor -su hijo hetero- es pervertido. Un ex vengativa hackeó su correo electrónico y envió una carta a cada uno en su libreta de direcciones. Hermano mayor tiene una mazmorra, su actual novia es su esclava, él ha hecho porno BDSM. El correo electrónico viene con imágenes que ninguna madre querría ver. Mamá, completamente angustiada, llamó a su hijo gay: “¿Por qué no puede Josh tener una relación normal?” -exclamó ella. “¿Al igual que el tuya!”
Por lo que se refiere a mamá, su hijo gay es normal y su hijo hetero es un bicho raro. ¿Eso es progreso, Dan?
¡Ahh, la ironía!
