Creo que si hay una entidad cuyo cinismo todavía tiene la facultad de sorprenderme, esa es la Iglesia Católica.
Por ejemplo, daba la impresión de que ya estaban empezando a entender cómo es que tienen que presentar disculpas y pedir perdón por los abusos cometidos por sus clérigos, cubiertos por el anterior Papa y por su sucesor:
Un total de 4.000 casos de abusos sexuales a menores por parte de clérigos llegaron a la Congregación para la Doctrina de la Fe en los últimos diez años, informó el prefecto de esa congregación, el cardenal William Levada, que admitió que la respuesta de la Iglesia fue “inadecuada”.
Levada hizo estas manifestaciones en el discurso con el que abrió en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma el simposio “Hacia la curación y la renovación”, sobre la pederastia, que se prolongará hasta el 9 de febrero y al que asisten delegados de 110 conferencias episcopales y los superiores generales de 30 órdenes religiosas.
Durante el acto se leyó un mensaje Benedicto XVI, en el que afirmó que la curación de las víctimas deber ser “la preocupación prioritaria” de la comunidad cristiana y tiene que ir unida a una “profunda renovación de la Iglesia en todos los niveles”.
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El purpurado estadounidense, cuya congregación se ocupa de estos casos, dijo que en los últimos diez años llegaron a la misma 4.000 denuncias, “que pusieron de manifiesto, por una parte, la inadecuada e insuficiente respuesta canónica, y, por otra, la falta de una respuesta verdaderamente coordinada”.
Levada subrayó la necesidad de que la Iglesia colabore con las autoridades civiles para afrontar los casos de curas pederastas, destacando que el abuso sexual de menores de edad “no sólo es un delito en el derecho canónico, sino que también es un crimen que viola las leyes penales en la mayoría de las jurisdicciones civiles”.
Agregó que aunque las leyes civiles varían de nación a nación, el principio siempre es el mismo: “La Iglesia tiene la obligación de cooperar con la ley civil y denunciar esos crímenes a las autoridades competentes”.
El cardenal se refirió a la circular que envió el 16 de mayo de 2011 a todas las conferencias episcopales, en la que les pedía que para antes de mayo de 2012 envíen “líneas-guías” para tratar de manera “apropiada” en todas partes esos casos, que han puesto a la Iglesia en la picota.
En esa misiva señalaba que la atención a las víctimas, la cooperación con las autoridades civiles, los programas de prevención y la formación permanente de los seminaristas y del clero son los puntos prioritarios para luchar contra los abusos de menores por parte de clérigos.
Levada pidió hoy a las conferencias episcopales que “actúen”, tras señalar que se han movido sólo después de que los escándalos saltaran a la opinión pública.
El cardenal insistió en que las víctimas tienen que ser prioritarias y que es “obligatorio” que la Iglesia las escuche, para saber lo que han sufrido y para que sientan que quiere ayudarlas y se siente apesadumbrada.
Así habría quedado muy bien como primer intento. Sin embargo, no podían faltar las mentiras:
Levada, por su parte, destacó la lucha del papa contra los abusos a menores por parte de clérigos, que comenzó ya cuando era el cardenal Joseph Ratzinger.
El cardenal señaló que Benedicto XVI ha sufrido los pasados años “duros ataques” por parte de los medios de comunicación, “cuando debería haber recibido la gratitud de toda la Iglesia y de fuera de ella” por la labor realizada y su decisión de “tolerancia cero” con la pederastia.
Ohh, ¿ha sufrido mucho? ¡¡Pobrecito!! El viejito tiene sentimientos, ¡qué pecado! Me conmovería de no ser porque ¡¡él no fue violado!!
No se puede poner en comparación el sufrimiento por unas críticas (menos cuando se goza de la protección que otorga ser Jefe de Estado, distinción concedida por Mussolini) con el de cuatro mil víctimas de violaciones (y eso, tengámoslo en cuenta, son las conservadoras cifras de la Iglesia).
Y que se joda el puto decrépito: ¡él afirma ser infalible, que su omnisciente dios le habla al oído, así que yo diría que cuatro mil niños violados por sus gángsters es una cifra astronómicamente alta como para que siga afirmando reverenda estupidez! Era su responsabilidad de que no violaran a ni uno. Cuatro mil es obviamente una clara evidencia de que no puede con esa responsabilidad.
O sabía que eso iba a pasar -y estaba pasando- y no lo impidió (lo que lo hace un cretino que nadie debería tomar por guía moral), o no tenía ni puta idea de que eso estaba pasando (lo que lo hace un mentiroso y por tanto un cretino que nadie debería tomar por guía moral).
En cualquier caso, sus sentimientos me traen sin cuidado y puede meterse sus disculpas junto con las de toda su secta por donde les quepan. Mientras sigan afirmando la infalibilidad del Papa y mantengan la norma de que los socerdotes no pueden casarse (para que sus bienes materiales le sean heredados al Vaticano), por mí que se jodan.