Creo que inmunización a las estupideces multiculturales se puede considerar completa.
Esto se debe a que no me extraña (aunque por supuesto me duele y me molesta) que la ignorancia haya sido la causa de una nueva muerte, de una mujer, en Afganistán. Resulta que su inepto y obtuso marido, cuya inopia en la más básica biología y genética es sorprendente, la mató… por no dar a luz a un niño:
La mujer, llamada Storay y de 30 años, “fue golpeada a muerte por su marido luego de que diera a luz a una tercera niña. Fuimos advertidos por el padre” de la víctima, indicó Sayed Sarwar Husaini, el portavoz de la provincia de Kunduz (norte), donde se produjo el crimen.
El cuerpo de la víctima tenía rastros de tortura. “La policía detuvo a la suegra de Storay, que está relacionada con el crimen. Pero el marido huyó. La policía lo busca”, agregó Husaini.
Algo que yo aprendí en bachillerato -que somos los hombres los que definimos el sexo de la descendencia- es un conocimiento que salvaría vidas en aquellos lugares no occidentales, en donde no ha llegado la Ciencia, escasea la Razón y peligran los derechos humanos.
La estupidez de culpar a las mujeres de algo a lo que la Ciencia ya ha respondido -y que resulta ser “culpa” de los hombres, además- sólo es comparable a la estupidez de querer perpetuar esta tradición que acaba con la vida y los sueños de mujeres inocentes, cuyo único error fue haber nacido en el lugar equivocado.