Creo que sólo hay un tipo de persona de la que desconfíe más que de un líder religioso. Es por supuesto un líder religioso que haga política. Si nunca en la vida hubiera habido ningún religioso metido en política, nos habríamos ahorrado a cretinos como el Dalái Lama, Gandhi o Teresa de Calcuta y religiones como la cienciología, el mormonismo, el cristianismo, el islam y el judaísmo. Mejor dicho, la civilización habría llegado como con 3000 años de anticipación.
Sin embargo no todos piensan así. Creen que son dignos de admiración tanto los políticos como los religiosos, ambos oficios, mentirosos profesionales por excelencia. Y algunos de los que creen eso, sufren las consecuencias de su ingenuidad:
La Fiscalía Delegada ante el Tribunal Superior de Bogotá, confirmo la acusación contra el exsenador y pastor evangélico Jorge Enrique Gómez, quien tendrá que responder enjuicio por el delito de estafa agravada.
Gómez Montealegre fue denunciado penalmente por no devolver 125 millones de pesos que le fueron prestados hace varios años por una mujer que acudía a una de sus iglesias.
En Uribestiario me entero que el dichoso pastor es la guía espiritual la secta Bethesda… esa que fue premiada por el Concejo de Bogotá.