Realmente me entristece llegar a saber sobre alguien que habría encontrado interesante y que ya murió. Es el caso de Ajita Kamal, fundador de Nirmukta -organización promotra del librepensamiento y la ciencia en India-.
Me enteré de su muerte por Pharyngula y por la misma vía encontré este artículo escrito por Kamal, en defensa de Richard Dawkins, que es magnífico. Con esta parte, simplemente, la saca del estadio:
Hay un papel muy importante que la ira, el ridículo y la pasión juegan en cualquier movimiento social. Mientras que la comprensión intelectual es clave para un movimiento que está bien fundamentado, son las emociones primarias las que proporcionan el impulso necesario para la organización social. Sin esto, el ateísmo solamente sería una idea que se discutiría en la academia y en lugares privados.
Déjenme darles un ejemplo. El humanismo secular ha existido por más de un siglo. Los humanistas a menudo atacan a los “nuevos ateos” por su amargura. De hecho, el argumento de muchos humanistas es que ¡sus tácticas son más eficaces! Pero ¿cuánta gente sabía sobre el humanismo secular antes de los “nuevos ateos”? Todo su movimiento era uno académico, restringido a un grupo selecto de personas que tenían el tiempo y la inclinación de esos intelectualismos. Mientras que los humanistas estuvieron discutiendo acerca de los derechos humanos y la ética por más de un siglo, los ateos siguieron permaneciendo en las sombras, en un ambiente cultural en el que no podían poner en práctica muchos de sus derechos fundamentales. La única comunidad que estaba disponible para la mayoría de los ateos era la sociedad en general. Como ustedes bien saben, una de las funciones más importantes de la religión es proporcionar una base cultural común para permitir una moral común y codificación social para reunir a la gente y formar una comunidad funcional y contenta. Nosotros los ateos no teníamos esto – no hasta hace unos años. Es fácil hacer caso omiso de las libertades (desde el punto de vista de la aceptación social) que hemos adquirido a expresar nuestras creencias en público y a reunirnos en nombre de la razón. Es fácil olvidar que millones de ateos anhelan el tipo de contacto social que las religiones han ofrecido tradicionalmente. Es aún más fácil de olvidar el papel que la ira, el ridículo y la pasión han jugado en la creación de esta comunidad mundial de librepensadores. Sin los “nuevos ateos”, el humanismo secular habría permanecido irrelevante en la esfera pública. Hoy en día se puede hablar con sentido sobre la sustitución de la religión con una moral secular derivada de los principios humanistas solamente por el impulso social que los “nuevos ateos” como Dawkins han proporcionado a la humanidad.
Se trata de una falsa suposición de que para convencer a un creyente acerca de la validez del ateísmo (o más bien, lo absurdo de la religión) hay que ser amable y estar a la defensiva. Eso es una completa mentira. Es posible que funcione en algunos casos, pero en general es una estrategia a largo plazo aplicable únicamente a un segmento muy reducido de personas, aquellos que están realmente interesados en explorar la verdad, independientemente de su intuición emocional y personal. La gran mayoría de las personas religiosas son absolutamente reticentes a cuestionar sus propias creencias y en su lugar atacan a ciegas al ateísmo. La mayoría de las personas que se han convertido en ateos lo han hecho porque en algún momento empezaron a cuestionar sus propias creencias. Contrariamente a la creencia general, este tipo de preguntas no es algo natural para todos. No viene simplemente porque presentemos argumentos lógicos defendiendo el ateísmo. A menudo viene porque en algún momento, alguien cuestionó sus ridículas creencias religiosas. A menudo, debido a que alguien ridiculizó sus creencias. A lo largo de la historia, así ha sido como las ideas revolucionarias se han dispersado a través de la cultura. La sociedad no funciona con los mismos principios de la ciencia, ya que la evidencia y la prueba no determinan lo que cree la mayoría. Las ideas mueren en una cultura cuando se convierte en vergüenza a aferrarse a ellas. La conformidad social no se logra a través del discurso intelectual tanto como a través de la necesidad de pertenencia. Si tus ridículas creencias son burladas, empiezas a ponerlas en duda. Esto puede no aplicarse a ti ni a mí ni muchos en este grupo, en el supuesto de que somos más basados en la evidencia en nuestro pensamiento, pero esto ciertamente se aplica a la mayoría de la gente en la tierra.
No piensen que estoy defendiendo los ataques personales. Me refiero a ridiculizar las creencias irracionales, no a las personas.
De hecho, ya no participo en debates con los creyentes. Por lo menos, trato de no hacerlo. Esta es la estrategia menos efectiva para alguien como yo, ya que muchos religiosos populares parecen ser incapaces de hacer la distinción entre los ataques personales y la crítica de las ideas. Creo que lo que realmente funciona es que los ateos sean visibles frente a la comunidad en general. Si la gente religiosa realmente ve que los ateos son una comunidad feliz, moral y bien organizada, obteniendo los mismos beneficios sociales de la cooperación y la satisfacción emocional que las personas religiosas, eso es más eficaz en hacerlos cuestionar sus propias creencias. En el proceso, vamos a pasar un buen rato riéndonos de creencias absurdas y falsas, incluso mientras las exponemos como los peligros que representan.
Lamento que haya muerto una persona que supo expresar tan condenadamente bien y de manera corta aquello de lo que trata del ateísmo militante.